Te pongo un ejemplo.
Quizá quieras conseguir un trabajo que te encante, que te de la flexibilidad y el dinero que deseas. Te llaman a una entrevista, la preparas durante varios días, te presentas hecha un pincel, derrochas simpatía y profesionalidad, pero algo dentro de ti te dice que ese trabajo no será tuyo.
Que no lo mereces, que no eres lo suficientemente buena para conseguirlo, que los demás son mejor que tú para ese puesto…
Entonces, ¿Qué mensaje le estás dando al universo?
Dentro de ti hay un desequilibrio.
Tienes pensamientos desempoderantes, creencias limitantes, demasiado ruido mental o la creatividad de una patata frita (aire), no le pones pasión, no sueltas el pasado y te cuesta accionar (fuego), tus emociones no acompañan y tus miedos te la juegan siempre (agua) y no sabes materializar, no te sientes ni trabajas para ser una tierra fértil (tierra).
En definitiva, no sabes cómo transformar tu vida ni estar en armonía con la creación y contigo misma.
Vives en una falta de coherencia. No tienes integrado tu poder femenino y masculino… No eres consciente de que estás constantemente creación el futuro más cercano desde tu desempoderamiento.